Rezo siempre para que mis ojos nunca se acostumbren a ver a alguien durmiendo en la calle, que jamás me parezca normal saber que alguien pasa frío o hambre, que no se me vuelva corriente esa realidad, que no lo acepte nunca, nunca, nunca.
Y que siempre me de un empujón para servir, para ayudar, cocinar, abrigar, escuchar, abrazar y levantar.
No quiero quedarme en la sencillez de mi vida, quiero cambiar el día de alguien aunque sea contagiándole una sonrisa.
Me duele hasta las lágrimas el dolor ajeno. Vine a vivir una vida llena de oportunidades, nada me faltó y quiero retribuir, compartir lo que tengo.
Cambiar el mundo es también cambiar actitudes, y como es lógico, tengo que empezar educándome a mi.
Que mis ojos aprendan a mirar con más ternura y compasión, que mis prejuicios no me invadan de miedos. Quiero ver al otro como me veo a mi en un espejo, y quiero que sea así de parte de todos.
Educar al que más tiene para que no excluya, discrimine ni omita.
Dar oportunidades, construir lazos, vínculos. No se trata de dar la moneda que sobra a quién pide, se trata de mirarlo a los ojos, preguntarle cómo está, sonreírle. Se trata de devolverle lo que el sistema, el gobierno y la sociedad le quita a diario: su ser persona, ser igual. Ojalá la vida me alcance para ser feliz y ver algún cambio. Ojalá la vida me alcance para cumplir mis metas y dar voz a quien nadie escucha. Quiero una sociedad justa, que se involucre por la justicia y los derechos.
Que peleemos la lucha del otro; al pueblo pensante y unido no lo vence ningún poder, ninguna violencia, ningún mentir.
Vine a un mundo donde aprendí a despreciar el plato de comida que había en mi mesa para ser como la televisión me muestra; dónde solo la lucha de mis afectos logro cambiar mi cabeza. Dónde me reeducaron para agradecer la fortuna de tener ese guiso en invierno.
Me arrepiento y avergüenzo de cada capricho sin sentido, porque ahora salgo a la calle y la realidad me atraviesa las retinas y se alberga en mi corazón y aunque duela no quiero que se vaya nunca, que lata fuerte y me recuerde que no quiero un mundo indiferente.
Ojalá todos lo entiendan, lo sientan.
Comentarios
Publicar un comentario
Y vos ¿qué andas diciendo?