¿Qué nos pasó? Quizás fue el tiempo que siempre siguió su curso a pesar de que nunca lo notamos. Quizás ahora sí pudimos darnos cuenta que los días pasaron, los meses también, incluso los años. Siempre tuve la mágica sensación de que el mundo se congelaba en el momento en que estabas al lado mio, mirándome, sosteniéndome la mano, besándome. Estar juntos equivalía a que el resto del universo se redujera al espacio en el que estábamos, al cielo que nos cubría y nada más. Muchas veces pensé con toda seguridad que esto sería para siempre. Nos imaginé caminando por el mundo, volviendo a las sierras, levantándonos a la mañana, superándonos en la vida, festejando los logros del otro, abrazándonos en los dolores y siendo viejos, muy viejos, en una galería tomados por el dedo indice mirando millones de estrellas en algún lugar. Pero acá estoy, mirando la pantalla de mi teléfono, leyendo una conversación sin sentido. Notando la distancia entre los dos, el frió en los puntos, las pau
Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida