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Mostrando entradas de abril, 2016

Una carta de (des)amor que quedó empolvada por ahí

¿Qué nos pasó? Quizás fue el tiempo que siempre siguió su curso a pesar de que nunca lo notamos. Quizás ahora sí pudimos darnos cuenta que los días pasaron, los meses también, incluso los años. Siempre tuve la mágica sensación de que el mundo se congelaba en el momento en que estabas al lado mio, mirándome, sosteniéndome la mano, besándome. Estar juntos equivalía a que el resto del universo se redujera al espacio en el que estábamos, al cielo que nos cubría y nada más. Muchas veces pensé con toda seguridad que esto sería para siempre. Nos imaginé caminando por el mundo, volviendo a las sierras, levantándonos a la mañana, superándonos en la vida, festejando los logros del otro, abrazándonos en los dolores y siendo viejos, muy viejos, en una galería tomados por el dedo indice mirando millones de estrellas en algún lugar. Pero acá estoy, mirando la pantalla de mi teléfono, leyendo una conversación sin sentido. Notando la distancia entre los dos, el frió en los puntos, las pau

No te asustes, no es tan grave

Desnudando mi alma - relato de cuando empezaba a sacar la cabeza afuera de pozo Hace algún tiempo tuve terror. Tanto miedo que se me entumecían las piernas, se me paralizaban los brazos, mi cuerpo no reaccionaba. Lo único que parecía funcionar era mi cabeza que hacía sonar voces y pensamientos horribles adentro mio. Me aturdía yo misma con las palabras involuntarias que me aparecían frente a los ojos. Que no sabía de dónde salían, aún hoy no lo sé... Quizás vengan de lo más profundo de mi alma, del cajón más enterrado sobre el que posa el pájaro que cuida mi interior. Pánico, sentía que me ahogaba, que el aire no me atravesaba el cuerpo, que el corazón se me iba a salir del pecho y que debía correr bien lejos. Lloraba mucho, sin entender la inmensidad de la angustia que cargaba en la espalda, en la garganta, en los pulmones. Me sentía perdida, viviendo a deshoras, durmiendo mal, despertándome sobresaltada en medio de la noche, agitada, respirando por la boca y largando mares y

Me ganaron de mano

Hace tiempo que tengo la idea de escribir un cuento o un relato sobre la historia de amor más grande y pura que tuve. Pero cada vez que me siento y lo intento, no funciona. Nada sale como espero, las palabras se quedan trabadas en mi garganta y no hay forma de hacerlas salir. Me resulta imposible explicar la magia o la magnitud de lo que sentí. Tampoco puedo explicar lo suficientemente bien tamaño amor y complicada situación como para que el resto lo entienda. El punto está ahí, en el entendimiento. Puedo escribir todo lo que siento e imagino pero nunca voy a poder explicar lo que siente e imagina la otra parte. Quizás tampoco quiero sacar a relucir cosas que me niego a pensar, creer y sentir. Ojalá algún día pueda, pero mientras tanto comparto este fragmento de un libro que terminé de leer antes de ayer,  en el que, mas allá de algunas diferencias de contextos y presentes, pude reconocerme. Leí las cosas que pensé millones de veces, aunque nunca pude realizar las mismas acciones, y