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Fugaz

Pensé mucho en Felipe, no tengo idea porqué.
Pensé en lo lindo que es cuando sonríe o se muerde los labios; en lo divertido que era ganarle a algo y en las guerras de cosquillas. Pensé en el día que se le quemaron las tostadas y en la tarde que nos envolvió una nube de abejas mientras mirábamos el atardecer cerca del río.
Pensé en Felipe y lo extrañé. Lo extrañé solo un poco, pero también lo suficiente.
Quise encontrarlo de casualidad en algún lado pero me prohibí frecuentar sus lugares. Quise hablarle pero me contuve. Quise muchas cosas pero no las hice.
No me privé de hablar con su mejor amigo, fue una charla a medio terminar, con las luces bajas de un boliche y el reggaeton colándose entre medio de nuestras palabras.
Hace unos días me dijo que tiene que hablar conmigo personalmente, no sé que me dirá, espero que sea algo de Felipe.

**

Y después pensé mucho en Félix. Hace un tiempo largo que pienso en él.
No lo entiendo. Le doy mil vueltas y no lo logro de ninguna forma.
Me di cuenta que a veces me levanto muy enojada, pero cuando llega la hora de dormir me invaden unas ganas terribles de mandarle un mensaje para recordarle que lo quiero, que lo extraño, que necesito nuestra amistad.
Pensé en el mensaje que dice "Te quiero hasta Saturno doblando por la casa de Pablo, haciendo una parada en Dutè para desayunar tipo 4pm" y extrañé más de la cuenta.
Creo que estoy celosa. Creo que me duele un poquito más de lo que siento.

***

También se me dio por pensar en Francisco. 
Quizás pensé en él por los mensajes que me mandó después de tanto tiempo. Pensé en lo bien que le queda el lunar en la mejilla y las ganas de besarlo que me dan cuando se muerde los labios.
Pensé en los partidos de playstation como si fuéramos dos amigos del club. Vi para atrás y nuestra relación era lo menos romántica del universo. Recordé las charlas de fútbol y cuando elegimos ver American Pie en el cine.
Lo lindo era haber empezado todo hablando de nuestra fe católica, del verdadero sentido de la Pascua. Y lo lindo también era lo demás porque era divertido.
Y gracias a Francisco hoy tengo a Sacheri y La Vela Puerca. Y gracias a Francisco hoy soy un poquito más rica.

****

Y en Tomas pienso seguido últimamente. 
Pienso en los años que hacen que nos conocemos y en los cambios que pasamos. También en las visitas a mi trabajo con silencios eternos llenos de verguenza.
Pienso en que ahora hablamos y siento que progresamos y me pone bien pero también sé que lo quiero como amigo siempre y se mezcla todo y a veces uno no sabe que sentir. Y en Tomás pienso. Pienso porque es lindo, porque me pongo roja si lo veo y por sobretodo porque ya no le importo.


Y andá a saber en cuántos amores fugaces más pensaré...

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