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Un camino al pasado



A orillas del Río Luján, sobre el Paseo Victorica al 900 hay un jardín con esculturas modernas conectadas entre sí por un camino que termina en las puertas de vidrio del Museo de Arte “Intendente Ricardo Ubieto”, ubicado en la localidad de Tigre, al norte del Gran Buenos Aires.

El edificio de arquitectura italo-francesa, repleto de adornos dorados, figuras de mármol y símbolos, como hojas de laureles y encina, fue construido en 1912 por Dubois y Pater, quienes se dejaron llevar por la moda vigente en ese momento.

En su interior, la escalera central de mármol con pasamanos de bronce, transporta a los visitantes hasta los años donde la mansión era usada como salón de baile y casino por la clase alta. Subiendo los escalones, sosteniendo el aire burgués, se encuentra una gran ventana con vitrales de colores.

El salón más importante es el oval, ubicado en el primer piso. Entre pilastras adosadas a la pared, hay espejos venecianos con grandes marcos tallados que contribuyen a la decoración europea del lugar que se completa con una gran araña de bronce y cristal de roca que mantiene el método antiguo de iluminación.
En 1990 comenzó una restauración donde se logró resaltar el paso del tiempo en pequeños detalles como en los pisos de roble, a los que se les agregó un tono más claro de madera.

En 2006, el edificio considerado Monumento Histórico Nacional, abrió sus puertas como museo invitando a la gente a ver sus obras y dar un paseo por la pasarela de mármol sostenida por columnas griegas e iluminada por faroles, que llega hasta la terraza donde se puede contemplar el río y sentir el pasado con solo mirar alrededor.

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