Desde hace ocho meses, cada fin de semana, un grupo de personas se juntan en la capital de Tucumán para transmitirles por medio del arte, un mensaje a sus habitantes.
Un auto un poco viejo cargado con baldes de pintura blanca y negra, rodillos y pinceles: así comienza, temprano por la mañana, la jornada de pintura para los miembros fijos de "Acción Poética Tucumán" quienes desde hace un tiempo se encargan de dibujar en las paredes palabras que "en ocasiones nos acarician y en otras nos golpean" según Fernando Rios Kissner, el encargado general.
Tras quince minutos de viaje, el Citroen 3CV que sirve como transporte, llega hasta la calle San Lorenzo al 1500, en San Miguel de Tucumán. Una familia encantada con el movimiento donó una de las paredes frontales de su casa y tras el consentimiento de los vecinos del barrio, acordó la pintada.
Al bajar los materiales, se acercan grandes y chicos con curiosidad. Tras una breve explicación se muestran emocionados y divertidos con la idea. Algunos piden participar.
Con delantales puestos y rodillos en mano empiezan las horas de relajación y felicidad. La pared gris descascarada se cubre de pintura blanca para luego plasmar en ella algun fragmento de alguna poesía o frase en letras negras. El blanco se asemeja a una hoja de papel y el negro a un lápiz. No usan colores para que no se pierda la palabra.
De a poco la frase toma forma y pregunta: "¿Quedó algo por prometernos?" a cada uno de los espectadores que contempla el mural, quienes finalmente le toman fotos.
Abrazos, agradecimientos y risas en medio del atardecer. Así termina la jornada. Cansados pero llenos de alegría, los miembros de Acción Poética Tucumán emprenden el regreso.
El movimiento que se originó hace 16 años en México a cargo del poeta Armando Alanis Pullido, se contagió a diferentes lugares de Latinoamérica. Gracias a esta iniciativa los muros se empapan de poesías, literatura y arte para transmitirle a la gente un mensaje de esperanza.
Con fuertes ganas de revivir y rejuvenecer la poesía, Acción Poética convierte las paredes en espacios donde el arte, la ciudad, los sentimientos y las palabras se unen en perfecta armonía.
Un auto un poco viejo cargado con baldes de pintura blanca y negra, rodillos y pinceles: así comienza, temprano por la mañana, la jornada de pintura para los miembros fijos de "Acción Poética Tucumán" quienes desde hace un tiempo se encargan de dibujar en las paredes palabras que "en ocasiones nos acarician y en otras nos golpean" según Fernando Rios Kissner, el encargado general.
Tras quince minutos de viaje, el Citroen 3CV que sirve como transporte, llega hasta la calle San Lorenzo al 1500, en San Miguel de Tucumán. Una familia encantada con el movimiento donó una de las paredes frontales de su casa y tras el consentimiento de los vecinos del barrio, acordó la pintada.
Al bajar los materiales, se acercan grandes y chicos con curiosidad. Tras una breve explicación se muestran emocionados y divertidos con la idea. Algunos piden participar.
Con delantales puestos y rodillos en mano empiezan las horas de relajación y felicidad. La pared gris descascarada se cubre de pintura blanca para luego plasmar en ella algun fragmento de alguna poesía o frase en letras negras. El blanco se asemeja a una hoja de papel y el negro a un lápiz. No usan colores para que no se pierda la palabra.
De a poco la frase toma forma y pregunta: "¿Quedó algo por prometernos?" a cada uno de los espectadores que contempla el mural, quienes finalmente le toman fotos.
Abrazos, agradecimientos y risas en medio del atardecer. Así termina la jornada. Cansados pero llenos de alegría, los miembros de Acción Poética Tucumán emprenden el regreso.
El movimiento que se originó hace 16 años en México a cargo del poeta Armando Alanis Pullido, se contagió a diferentes lugares de Latinoamérica. Gracias a esta iniciativa los muros se empapan de poesías, literatura y arte para transmitirle a la gente un mensaje de esperanza.
Con fuertes ganas de revivir y rejuvenecer la poesía, Acción Poética convierte las paredes en espacios donde el arte, la ciudad, los sentimientos y las palabras se unen en perfecta armonía.
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