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La cabeza de una mujer

Me dejó de querer, estoy segura.

No me contesta. Le mandé 5 mensajes, lo llamé 7 veces desde mi celular y 5 del teléfono de casa que aparece como "Desconocido", lo mencioné en Twitter, le mandé inbox y mensajes directos. Nada, ni apareció. No me quiere ver más. No me quiere hablar más. Pero, a todo esto, ¿yo que hice? si no le hice nada. Siempre lo mismo, la misma puta suerte con los hombres. Todos son iguales, todos, no zafa uno. No puedo creer que además de plantarme me dejé así, sin decirme porqué. ¿Que? si, obvio, estoy re segura que me está dejando. Es re claro el mensaje: "No me rompas las pelotas". Ya fue, igual no estaba tan enganchada. ¿No me pasas un pañuelito? si, ahí adentro de mi cartera, si, de la negra que está en el perchero; gracias. Como te decía, ni ahí  yo no me engancho más. Espero que aparezca, no sabes todo lo que le voy a decir, antes que nada COBARDE así, bien fuerte; después seguro le pregunto qué le hice, que le pasa. No, tranquila, no voy a llorar. ¿Ahora? ni ahí  vos estás loca, el viento en la cara me hace lagrimear, es como una alergia, nada mas.

Me dejó de querer, estoy segura.

Estaba durmiendo la siesta.




Se justifica: dos hombres la dejaron de esa manera. Se los había tragado la tierra. Por cobardes.
Pero él no tiene la culpa.

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