El pelo ondulado a la altura de los hombros y la cara prácticamente lampiña daban la sensación de juventud eterna. Su extrema delgadez era la característica por la que se ganó el apodo de "El flaco".
Luis Alberto nació el 23 de enero de 1950, Quién imaginaría que en aquél departamento del barrio porteño de Belgrano iba a vivir el "Lennon" argentino que buscaría el amor pero también la pureza de las almas. En ese mismo lugar, ubicado en Arribeños al 2000, tuvo sus primeros ensayos Almendra, la banda que junto a Pescado Rabioso, sería la más importante de su carrera. La primera con más jazz y psicodelia Beatle, la segunda con más rock de garage.
Se codeó con grandes de la música nacional, y en un show en el estadio de Vélez en 2009 reunió a aquellas bandas eternas. Durante 6 horas una multitud cantó junto a los integrantes de Almendra, Pescado, Invisibles, Spinetta Jade e invitados como Charly, Cerati, Juanse y Fito.
Poeta, pintor y músico. El flaco respiraba arte.
De Van Gogh tomó el realismo y de Artaud las ideas suicidas con las que comparó el aire de sufrimiento en el que vivía Sudamérica cuando los militares empezaron a ocupar el gobierno.
Su público debía comprenderlo e interpretarlo, sus letras eran poesías puras amarradas a su vida, concebidas bajo el fuego que le provocaban los pequeños dramas.
El amor se presentó varias veces en su vida: Cristina, la muchacha ojos de papel, su primera novia. Patricia, la madre de sus cuatro diamantes: Dante, Valentino, Catarina y Vera. Carolina, la modelo con quién tuvo un amor polémico, adolescente y fogoso. Y Mercedes, la flor más hermosa de Santo Tomé, quién lo cuidó hasta el final.
Se lo veía poco por su perfil bajo y poca amistad con la prensa, pero cuando aparecía en los medios era por estar involucrado en causas sociales. Apoyó a los maestros, las Madres y las Abuelas y sobre todo a la fundación Conduciendo a Conciencia creada luego de la tragedia vial ocurrida en la ruta argentina número 11, donde murieron 9 chicos del Colegio Ecos, al que asistía su hija menor.
En una carta publicada por su hijo mayor en diciembre del 2011, Alberto contó que padecía cáncer. Con humildad pidió que no "paniqueen" y dijo que se encontraba bien. Pero el 8 de febrero de 2012, el Flaco se fue al espacio en busca de aquél Capitán hincha de River como él. Sus cenizas fueron arrojadas al Río de la Plata, donde están las de su padre.
Posiblemente el Flaco esté ahora mojándose los pies en la luna mientras toca alguna poesía con el gran amor de su vida: su guitarra.
"Morir sin morir", cantó una vez y así será mientas que su música suene.
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