A veces pienso "quizás un día como hoy, pero en el futuro me pase algo increíble como el nacimiento de un ser querido o mi casamiento, o algo triste como la partida de alguien que amo". Me gustaría poder acordarme si antes pensaba eso, si alguna vez pensé que un 7 de noviembre podía pasar de ser un día normal de primavera, a ser un día especial en mi vida.
Una vez dije en chiste que su llegada a mi vida había sido una desgracia, algunas personas lo tomaron en serio y por eso ese momento quedo grabado en mi cabeza. La realidad es que es imposible que él sea una desgracia.
Lucas podría haber sido Camila, pero fue Lucas. No sé si hubiera preferido tener una hermana mujer, porque simplemente no puedo imaginarme sin Lucas en mi vida.
Me movió del lugar de "hermana menor" y me convirtió en "hermana mayor". Tengo que cumplir con el rol que me tocó y por eso, escondo atrás de golpes, peleas y maltratos todo el amor que le tengo. Pero si queda entre nosotros, es tanto que ya no me entra en el corazón.
Es el menor, el chiquito, el pequeñito que va creciendo, y muy rápido para mi gusto. Yo viví muchas cosas que él está viviendo o va a vivir y me da miedo que sufra por las que yo sufrí. Mi rol es guiarlo, aconsejarlo, dejar que tropiece y ayudarlo a levantarse, pero lo sobre-protejo tanto para que no la pase mal, que a veces creo que no lo dejo aprender.
Me da mucho miedo verlo sufrir, que lo lastimen, que lo decepcionen. No puedo verlo triste. Es tan orgulloso que se traga los problemas, las lágrimas y el dolor, hasta que un día "explota" un poquito y pega un portazo fuerte.
Una vez me dijo: "si no existieras y tuviera que elegir una hermana, te elegiría a vos", y creo que en esa frase me demostró todo su amor.
Es mi compañero de camino. Caminamos juntos, vivimos, crecemos y aprendemos. Cayéndonos y levantándonos, buscando una manera para estar mejor, para estar bien.
Lucas se da cuenta cuando estoy triste y a la fuerza me da un abrazo de esos que me hacen llorar. Él no pregunta, no juzga, no quiere saber el porqué, solamente me demuestra que me ama desde adentro.
Nos peleamos más que mucho, nos lastimamos, pero es parte de esto. Le dije millones de cosas horribles, porque creo que en él hay millones de defectos que conozco a la perfección, porque soy de su familia y las familias conocen las peores miserias de cada uno. Pero sé que amo cada uno de esos defectos que hacen que él sea mi pichón. Y que yo, tengo más de un millón de defectos que me hacen ser quién soy, y él me quiere igual.
Ojo, puedo decirles maravillas de Lucas, pero soy su hermana, mi deber es contarles que es insoportable cuando me pone su música a todo volumen, que es odioso cuando se queja por la comida y que lo ametrallaría cuando me carga por mi club de fútbol. Pero atrás de todo eso hay una persona de un corazón gigante, con una fe que sobrepasa todo, sensible y familiero, fuerte por fuera y un sostén.
Puedo decir que Lucas es mi amigo además de mi hermano. Yo no elegí tenerlo en mi vida, pero quién lo haya elegido fue muy sabio porque nadie hubiera sido mejor que él.
A veces me encantaría volver el tiempo atrás, jugar juntos como antes, que dejemos de crecer y quedarnos estancados en esa etapa de nuestra infancia en la que lo único que nos importaba era quién ganaba la carrera, quién no era la mancha o quién dormía con mamá.
Yo no sé que me depara la vida, pero sé que lo quiero a Lucas siempre al lado mio.
Comentarios
Publicar un comentario
Y vos ¿qué andas diciendo?